Una tarea integrada es una secuencia didáctica para la realización de actividades con el fin de obtener un producto. De esta manera el conocimiento se da de manera que se crea algo real y para compartir con otros: comunidades escolares, compañeros de clase...
Elaborar una tarea integrada no es sencillo: primero tuvimos que recurrir a un grupo de niños y preguntarles sus gustos, miedos, etc., e introducirlos en un contexto determinado. A partir de ahí nosotras seleccionamos la Educación Emocional, ya que muchos de sus intereses y necesidades partían de ese ámbito. Para poder continuar con este trabajo, tuvimos que meternos en un papel real y planear cómo trabajaríamos esta materia con el fin de crear un producto. Nos decantamos por trabajar alrededor de un libro real, que sería el ya citado en entradas anteriores El Monstruo de Colores. A continuación tuvimos que seleccionar las competencias, objetivos y contenidos en los que nos centraríamos para poder seguir en la elaboración del producto. Y lo más complicado, finalmente, fue la selección de las actividades y las apps que utilizaríamos para esas actividades, que hemos introducido en nuestro symbaloo:
Una tarea integrada con tecnología, además, supone una mayor inclusión de esta última en los centros y la familiarización de los niños con la tecnología para que puedan hacer un buen uso de ella.
Para que los niños se sientan motivados es necesario ligar la tecnología con la educación y realizar un trabajo más interactivo. Y aún así, sería necesario realizar un balance entre actividades que tengan base en la tecnología y actividades que no.
En conclusión, introducir la tecnología en una tarea integrada no es que resulte difícil, pero es necesario un largo proceso para establecer detalladamente lo principal de cada punto de los anteriores citados, además de una autoevaluación final.
Y, por ahora, hasta aquí nuestro Proyecto Didáctico.
¡¡Muchas gracias por vuestra atención y hasta muuuy pronto!!
- T R A S.